¿Conoces bien el aceite de tu freidora?
¿Conoces bien el aceite de tu freidora?. Hoy queremos acercaros al que consideramos el árbol con mayor valor histórico. Es nuestro particular homenaje que consideramos, sin duda, se ha ganado.
El aceite que utilizamos para freír habla por sí mismo. La mayoría de las veces con sólo observarlo detenidamente podemos saber en qué estado se encuentra.
Vamos a aprender a interpretar cómo se manifiesta y que significado tienen las características que presenta.
Por ejemplo, sabemos que cuando un aceite salpica es debido frecuentemente al exceso de agua en los alimentos. Por eso si cerramos la tapa de la freidora lo que hacemos es provocar que esta humedad se condense y seguirá salpicando. Esta es una de las manifestaciones más reconocidas por todos.
Un aceite muy oscuro implica que se ha utilizado a altas temperaturas, lo que consigue que termine quemándose el aceite y por tanto, se oscurezca. Puede suceder que los alimentos salados a veces también oscurezcan el aceite, por eso a veces será mejor salarlos tras la fritura. Y ocurre igual con alimentos ricos en azúcar, como las patatas, con las que no sólo se oscurece el aceite, sino también las propias patatas. Esto sucede más con patatas de final de temporada, más ricas en azúcar.
Otro truco para evitar que el aceite se descomponga es filtrarlo, de este modo eliminaremos posibles restos carbonizados que sigan friéndose. Aconsejamos que el aceite no entre en contacto con instrumentos de cobre o latón.
Como el agua provoca que el aceite se descomponga, es fundamental antes de freír un alimento descongelarlo y secarlo previamente.
Muchas veces consumimos más aceite del necesario ¿Sabemos por qué? Cuando la temperatura utilizada para freír no es la óptima y es más baja de la recomendada, los productos tienden a absorber más aceite, y sucede igual si todavía están húmedos.
¿Quién dijo que no podíamos conocer el aceite de la freidora con sólo mirarlo?