Usos del baño María
El método de cocción al baño maría confiere una temperatura uniforme al ingrediente que se esté cocinando, para ello hay que introducir un recipiente pequeño dentro de otro más grande lleno de agua y llevarlo al fuego. De este modo, lo que se calienta en primer lugar es el agua contenida en el recipiente de mayor tamaño y ésta es la que poco a poco va calentando el contenido del recipiente menor, de un modo suave y constante. Pude hacerse directamente al fuego, en el horno y también con la olla rápida.
El objetivo de esta técnica es calentar el alimento de forma lenta y paulatina, sin llegar a quemarlos, se utiliza con ingredientes delicados, como cuando se funde chocolate, para hacer postres como flanes, pudín o paté y para hacer conservas.
Además el baño María sirve para conservar calientes salsas, guisos,…puede resultar ideal cuando tenemos invitados y varios platos para servir, que si dejáramos enfriar para después recalentar, perderían cualidades.
Aspectos a tener en cuenta:
- Uno de los problemas más comunes a los que nos podemos enfrentar al cocinar alimentos al baño María es que éstos vuelquen o se muevan, la mejor forma de evitarlo es colocar un paño en el fondo de la olla o cazuela en la que vayamos a hervir el agua. Conseguiremos una mayor estabilidad y que las burbujas del agua no vuelquen el recipiente.
- Otro de los problemas comunes es que el agua hirviendo salpique y se cuele dentro del recipiente donde estamos cocinando los alimentos. Para evitarlo debemos llenar el recipiente de abajo de agua sólo hasta la mitad, tomando como referencia el frasco que vamos a introducir con la comida.